Ese niño no era normal, ¿dónde se ha visto que un bebé muera de un ataque de risa?
Cuando fui a verles ya llevaban seis meses con el crío, tenían los ojos rojos y los párpados negros de no dormir; Arturo llevaba una barba descuidada, me acuerdo porque se me hizo muy raro verle con tanto pelo en la cara, él siempre tan afeitadito. Yo miraba la foto de la boda que tenían en la entrada y te digo que no les reconocía.
¿El niño? Miedo daba, todo el día llorando. No callaba el condenado, pero no callaba de verdad. Que los bebés normalmente son llorones y no se acaba el mundo. Pero éste era distinto; las vecinas decían que si la madre era muy joven, que si no sabía cuidarlo… a la gente le gusta mucho hablar, pero es que ese niño no se callaba ni debajo del agua, no se callaba ni dormido… porque esa es otra: el bebé no dormía. No me mires con esos ojos que te digo que no dormía. Ese bebé sólo se callaba cuando le daban el pecho. Mira como estaría la pobre que, en vez de mirarle atontada como hacen todas las madres del mundo, se quedaba dormida con la teta fuera hasta que comenzaban otra vez los berridos.
Un día les dije que mi madre nos mezclaba un poquito de coñac en el biberón cuando nos poníamos pesaditos y que, según ella, mano de santo. La chica se disculpó -siempre había sido muy modosa- y se llevó a su marido a la habitación para no discutir delante de mí, aunque yo no me iba a molestar porque un consejo es eso: un consejo. Si no le quería dar coñac al bebé a mi plin, que el bebé es suyo y no mío ni de mi madre (que en paz descanse). Resulta que, aunque se habían ido a su cuarto, yo lo oía todo porque la casa es muy pequeñita, las paredes muy finas y, no es por presumir, pero yo es que tengo muy buen oído. Ella empezó a gritar, decía que no pensaba emborrachar a su bebé y Arturo decía que si no había otra manera de hacerle callar que algo habría que hacer, que no aguantaba más. Hombre, yo creo que la muchacha exageraba un poco porque tampoco hacía falta emborrachar al niño, sólo darle un poquito para que se durmiese que falta le hacía… Ante la insistencia de Arturo ella gritaba más fuerte que no y que no, que qué clase de madre da alcohol a sus hijos. A estas, el bebé aullaba cada vez con más fuerza.
Después, se oyó un sonido fuerte y seco. Le había arreado un sopapo y a la chica se le bajaron los humos de golpe y dejó de gritar. Lo que me sorprendió fue que el bebé se callara; me pareció escuchar una risa pequeña, ya te he dicho que tengo buen oído. Hubo un silencio y me acerqué un poco a la puerta, por si podía ayudar. Oí como volvió a cruzarle la cara y esta vez lo escuché claramente: el condenado del bebé se estaba riendo.
Cogí mis cosas y me fui, ya me lo decía mi madre: el undécimo: no estorbar. Más tarde me enteré de lo de la pobre chica y el crío. Una pena, con lo guapa que era antes de tener al niño, pero es que… ¡vaya niño!: un bebé que muere de un ataque de risa, ¿dónde se ha visto eso?
© Ana Boyero 2007
Sí!!! Me encanta, me encanta este relato.
Pura psicopatía y un humor negro delicioso. Mi más sincera enhorabuena, Ana. Esto ha sido un POL-VA-ZO
De acuerdo con Yokin, un humor negro estupendo. Sólo un detalle: cuando «ese niño no se callaba ni debajo del agua, no se callaba ni dormido», ¿utilizas los clichés conscientemente, con algún valor estilístico que se me ha escapado? Normalmente, cuando se escribe, es recomendable evitar las frases hechas. También es cierto que aumenta el aire de «casual» del relato.
Un saludo, Ana, sigo leyéndote.
Yo, como siempre, te digo que me ha encantado. El humor negro es genial. Por lo demás, yo no se de recursos estilísticos y esas cosas, pero si te puedo decir que me ha encantado 😉
Hombres, yo creo que las frases hechas vienen muy bien, porque la persona que cuenta la historia por cómo habla y tal denota poco cultura, posiblemente sea una ama de casa.
Me ha gustado mucho, por el registro y por la historia.
¡Enhorabuena!
Abrazos
estupendo, estupindo, estuendo, es trueno, estruendo
alaaaaaaaaaaaaa
la protagonista tendrá por lo menos la revista hola y las uñas rosas así como medio kilo de laca encima que le han puesto en la pelu no? me recuerda a la maruja que me cogía en la cola del supermercado el té y preguntaba qué es esto qué es esto
besetee
PD: saca punta al boli, tú sigue así que luego te doy el tipex
La respuesta al Jeroglífico de esta película es:
«NO ME CHILLES, QUE NO TE VEO»
Pringaos, no nos dijo Ana que no iba a avisar del Jeroglífico.
Es una magnífica historia (de verdad, dejo mi papel de toca pelotas momentáneamente para recalcar que me ha gustado) con un Jeroglífico embebido.
1 punto para Nachete, comienzo a sumar en este nuevo consurso.
yokin, Loren, artdyl,ElTabernero y Vargas: Muchas gracias a todos por comentar; me alegra mucho mucho que os haya gustado xD
lalala: No se si la mujer llevara el hola y las uñas rosas pero a mi me da que no. De hecho me da que ni se pinta las uñas…
Nachete: suma lo que quieras que solo vale mi lista clasificatoria…en breve saldrá el aviso. Gracias por comentar y me alegra mucho que te haya gustado 😉
Debe ser que ando espeso espeso que no pillo el sentido último del relato ¿o es que no hay nada que pillar? Bueno, me lo leeré cuantas veces haga falta…
Por cierto, enhorabuena por el restyling de la plantilla del blog.
Afinaste el dardo y diste en la diana… y eso que a mi el humor negro me pilla «pelín incisivo».
Felicidades!
Bestial. Por la forma y la historia. Bestial.
Si por no venir a clase y ABANDONARME de mala manera has hecho esto, quedas perdonada (ya puedes dormir). Habrá que ver qué han hecho las demás…
BESITOO… NEW POST’S LOOK;)
Me ha encantado. Pero me ha parecido un poco duro. O mucho. ¿Al bebé le hace gracia que el hijo puta de su padre pegue a su madre? Ayyy que duro.
Un beso.
Muy duro :S:S:S
¿Será que el hijoputismo se hereda?
Un beso que sonríe,
Mun Light Doll