¿Dónde están las lesbianas?

Y no me refiero en internet, me refiero en la calle (y no me refiero a Chueca).

En serio, cada vez veo más tíos gays que lo dicen abiertamente, que se esfuerzan en no disimular, que se esfuerzan en que se note o que simplemente (por fin) han dejado de esforzarse. Pero, ¿y las chicas?, ¿dónde están las chicas lesbianas? A lo mejor es una gilipollez pero: ¿no será que faltan ídolos? Películas de Juanis lesbianas estilo la de Bigas Luna, Britneys Spears que se confiesen lesbianas sin necesidad de hacer por ello númeritosde vibradores con otras mujeres dirigidos a hombres heterosexuales. If I were a lesbian me gustaría ver chicas que reconocieran su sexualidad pero que no por ello tuvieran que hacer de ella su bandera, porque yo no estoy todo el día hablando de lo que me pone y si fuera lesbiana no creo que eso fuera a cambiar. Mucha ley de igualdad y mucha ley de matrimonio para los homosexuales, pero sigo sin ver lesbianas (al menos, conscientemente) en mi clase.

Una de las imágenes que más me llamaron la atención de pequeña cuando veía los pósters del Alcampo mientras mi madre hacía la compra, fue aquella de las dos chicas en ropa interior que se daban un beso; me resultó muy tierno y creo que fue la primera vez que me planteé la homosexualidad femenina como algo que no era grotesco ni antinatural (que quieres que te diga, de pequeña una no nace «progre»). Ese tipo de imágenes son las que educan a la gente, y no las lesbianas de las series que un día pasan de acostarse con todo el cuerpo de bomberos a quererse casar con su vecina.

Gracias a internet, la cosa cambia y empiezas a leer cosas de gente a la que admiras, gente que escribe/fotografía/dibuja guay, blogs que lees casi a diario. Chicas que escriben sin tapujos sobre cantidad de cosas; chicas con opinión; chicas interesantes que comentan, a veces de pasada, otras veces dejándolo bien claro, su condición sexual. El problema es que ahora hay tan pocas lesbianas (que se sepa que lo son) que las que destacan (hablo en la «blogosfera») son todas inteligentes, cultas y guapas (o al menos tienen dos de estos calificativos); eso quiere decir que se avanza, pero lentamente; el día en que las lesbianas salgan a la calle y nos enseñen que pueden ser igual de idiotas que las chicas heterosexuales; el día que dos lesbianas puedan montar un numerito patético de celos en medio del Retiro; el día en que en un grupo de amigas que van de compras haya una lesbiana enamorada de una dependienta y sus amigas bromeen; el día en que una lesbiana confiese que no entiende de cine y que le importa un bledo lo que ocurra en la guerra de Irak… ese día las lesbianas estarán en la calle. Puede que el mito de la lesbiana inteligente de clase alta con un vibrador de plata sea el más elegante, puede también que el de la lesbiana con el pelo corto, vegetariana y con ideas izquierdistas sea el más recurrido… pero no podemos creernos algo así. Se necesitan modelos normales que digan abiertamente que son gays sin que eso implique llevar un cartel pegado a la espalda avisando al personal, hacen falta menos clichés: se necesita una lesbiana como Rachel que confiese haberse enamorado de Mónica, o viceversa.