No es propio de mí invitar a una copa a una mujer solitaria que parece buscar manchas en la esfera de su reloj cada medio minuto. Quizás porque no es mi costumbre no te sentiste como una cualquiera en mi lista de intentos y te conmoviste ante mi observación de que tenías (largas) pestañas de sirena. Con dientes que sonreían anunciaste que te dejarías invitar a una daikiri de fresa y añadiste que te encantaba beber copas de color rosa. Pedí para mí un vodka transparente, algo que a mi juicio era un color sincero, pero tú observaste que era más bien aséptico y “de hecho, engañoso”.
—Pero me gusta— me defendí.
Tomaste mi vaso entre tus manos de lagartija y lo probaste sin dejar de mirarme a los ojos. Estabas confiada y segura de ti misma, desde que había llegado sólo habías mirado la hora un par de veces. No opinaste sobre el licor, pero volviste a tu bebida rosa más con la intención de enjuagarte el sabor de la mía que por gusto. Me mantuve en silencio intuyendo que eso te pondría nerviosa. Intentaste aguantar mi juego y tamborileaste en la mesa de modo inconsciente mientras sonreías, callada. Lamentablemente, conozco a pocas personas que puedan aguantar de este modo más tiempo que yo y, para ser sincero, tú cediste rápido a la presión.
—Bueno y, dime, ¿cómo son las pestañas de las sirenas?
Chica lista, pensaste que con una pregunta me harías hablar durante un largo rato, lo justo para permitirte pensar algún tema interesante. Además, desde el principio tenías curiosidad por saber cómo veía yo tus ojos y no los de las sirenas. Un cumplido no es un cumplido si no se entiende, y tú, lógicamente, no habías entendido el mío (por eso había funcionado tan bien). Te miré en silencio mientras sorbías de tu copa relajada al pensar que te habías deshecho de la patata caliente.
—Como las tuyas.
Tus mejillas combinaban ahora con el daikiri de fresa y esa fue la última vez en toda la noche que miraste el reloj.
Escribes como minotaura.
¿Quién es minotaura? xD
¿Cómo es posible que describas perfectamente la seducción?
Sin duda, este es uno de tus relatos que más me gusta, baby. Perfecto.
Sobresaliente!
Aunque curiosas costumbres esas del daikiri de fresa y el vodka solo ja ja ja.
saludos
me ha gustado mucho ana….me he sorprendido a mi mismo atrapado en la historia, esperando ansioso el final….pintas mu bien la escena!
bb
Me gusta el relato. Tiene cierto encanto y sofisticación. Sé que no es decir mucho, pero tampoco entiendo exactamente qué es lo que me cautiva.
Sigue así.
Muchas gracias, me agrada que os guste. De todos modos que sepáis que podéis decirme con toda confianza si algo no os convence, acepto críticas positivas y negativas.
Muchas gracias otra vez 😀
Me sabe a poco el relato (en general todos los tuyos). Nos pones el caramelo en la boca pero nos lo quitas muy pronto.
Anda, danos algo un poco más largo. Has demostrado de sobra que tienes recursos para dar el salto al «Extended Play» 😉
Saludos y que tus vacaciones nos traigan nuevas piezas como ésta.
Muchas gracias por tu sinceridad, commuter, lo aprecio mucho.
A ver si después de exámenes me puedo poner con algo más largo, porque ahora no tengo tiempo para dedicarle a un relatillo largo como se merece.
Un abrazo!
Um, pues a mí no me ha convencido del todo. El tono está bien, y me gusta lo del carácter de los colores de la bebida. Y la metáfora de pestañas de sirena, aunque extraña, es curiosa. Sin embargo, el relato me parece algo incompleto, como si no nos llevara a ningún lado. Me gustan más el resto de tus relatos, porque tienen un sentido más profundo, que deja al lector pensando después de leerlo. Este más bien resulta el fragmento de algo más grande.
Y, sin más, MUY FELIZ NAVIDAAAAAAAAAAAAAAAAAAD (y espero que no te regalen un Louis Vuitton ;))
Besos navideños,
Mun
Jajaja, efectivamente Mun, esto no es un relato cerrado, estaba pensado más bien como un ejercicio, como un pasaje dentro de una historia más grande que no me apetecía hacer. Era un ejercicio de escribir una situación de ligue, no se te escapa una!
Un beso muy fuerte y feliz navidad (FN)!!!
Pues la verdad es que estoy de acuerdo con Commuter y con Mun. Podrías escribir algo más largo. Los microrelatos están muy bien, son como esos cafetitos expresos de taza pequeña que dejan muy buen gusto, pero siempre apetece más.