Escuchaba temas de solistas cubanas que le cantaban al desamor rompiéndose la voz con agonía y desamparo. Sólo tenía 14 años y soñaba con salir de su pueblo.
En este espacio pondré una frase ingeniosa (cuando se me ocurra) que dé la bienvenida al lector y le incite a dejar un comentario en los posts, que para eso me los curro.
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